Onicofagia, la costumbre de morderse la uñas

Posiblemente la palabra onicofagia no la hayas escuchado muchas veces. Sin embargo, sabes muy bien de lo que hablamos. Esta palabra proviene del griego “onyx”, que significa uña y “phagein” que significa comer. Es decir, es el hábito compulsivo de comer o roerse las uñas con los dientes.
Mucha gente piensa que ese impulso de morderse las uñas es propio de personas que tienen ansiedad o estrés. Podríamos decir que este trastorno va acompañado de estos problemas psicológicos, pero realmente, se debe a otra causa, y tiene mucha relación con los odontólogos. Averígualo y encuentra la respuesta en nuestro post.
¿Por qué tantas personas tienen onicofagia?
Se trata de un trastorno emocional y conductual que puede llegar a precisar la ayuda de un profesional. Parece un gesto sin importancia, pero en realidad puede llegar a ocasionar consecuencias peligrosas para la boca y el resto del organismo. Por ejemplo, esta mala costumbre puede ocasionar:
- Desgaste de incisivos superiores e inferiores. El mordisqueo continuo es capaz de erosionar el esmalte, incluso astillar y fracturar las piezas.
- Alteraciones en la mandíbula. El gesto de morderse las uñas también puede pasar factura a la articulación temporomandibular. El problema reside en que dicho movimiento implica una posición forzada para la mandíbula y puede provocar hasta dificultad y dolor para masticar los alimentos.
- Lesiones en las encías. Los trocitos de uña que bailan por la cavidad bucal, se pueden incrustar en la encía provocando heridas que pueden acabar infectándose.
- Infecciones bacterianas. El morderse las uñas puede suponer un trasvase de bacterias por lo que se aumenta el riesgo de infecciones en la boca y en el resto del sistema digestivo.
Por lo que si eres una de las personas que tiene este hábito, la onicofagia, vale la pena plantearse un remedio e intentar solucionarlo para mantener una buena salud. Consúltanos y te ayudaremos.